Los asesinatos de Víctor Hugo Brito (58 años) y de su hijo Gonzalo (19) siguen siendo un misterio. Hasta el cierre de esta edición, decenas de investigadores recorrían el sur de la provincia para buscar a los autores del doble crimen. El móvil no está claro, pero prácticamente no hay dudas de que el hecho fue cometido por sicarios.
El viernes a la mañana uno de sus hijos encontró sin vida a Víctor Hugo en la casa del paraje Domingo Millán, en La Invernada. Fue ultimado de un disparo en la nuca, realizado a muy corta distancia. Antes le habían dado varios golpes en la cara y después le quebraron los dos brazos.
Por la tarde, baqueanos de El Sacrificio avisaron que habían encontrado un auto totalmente quemado “en medio de la nada”. Los policías fueron hasta el lugar indicado y encontraron el auto en el que había salido Gonzalo. En el asiento del acompañante ubicaron los restos calcinados de una persona. Se supone que son de él. La confirmación de la identidad será dentro de varios días, ya que debe realizarse una pericia de ADN.
Hasta el cierre de esta edición, el fiscal Miguel Varela seguía buscando datos para tratar de esclarecer el hecho. Trabaja en el caso personal de varias dependencias de la Unidad Regional Sur, de la Brigada de Investigaciones Sur y también se sumó un equipo de Homicidios de la capital. Fuerzas federales, en tanto, están atentas a lo que allí surja.
Una versión
Los familiares de las víctimas informaron que ambos se dedicaban a prestar dinero y que el móvil del crimen podría estar vinculado a esa actividad ilícita. “En principio se sabe que los asesinos llegaron en un auto, cortaron el servicio de luz de la casa de mi padre desde la calle y enseguida fueron a la puerta de acceso. Golpearon hasta que él salió a atenderlo. Al parecer lo sorprendieron con una trompada y luego lo mataron”, contó Lucas Brito, uno de los tres hijos, que reside en Buenos Aires y que hace cinco días se encontraba en la provincia.
El joven también aportó datos sobre lo que podría haber ocurrido con su hermano. “Él había salido hacia La Cocha a efectuar algunos cobros de préstamos. A las 20.30 recibimos su último mensaje vía WhatsApp. Decía que se iba a encontrar con alguien que supuestamente lo llamó para pagarle. Pero al parecer fue una trampa”, añadió. “Al parecer lo interceptaron cuando iba o salía de La Cocha. Hay filmaciones que chequear. Una camioneta lo habría estado siguiendo”, añadió.
Pero esa versión no coincide con la que averiguaron los pesquisas. Según el relato de vecinos, las víctimas estuvieron juntas en el momento en el que uno o dos autos llegaron al domicilio de Brito. Pasadas las 22, lo vieron pasar al Gol que, al parecer, era perseguido por otro auto. No se descarta que a Víctor Hugo lo hayan matado delante de su hijo y que luego lo llevaran a unos 20 kilómetros para asesinarlo. ¿Por qué no lo asesinaron ahí? “Quizás lo hicieron para que les entregue o les muestre algo”, indicó una fuente cercana a la investigación.
Otro dato
Con el correr de las horas, varios testigos comenzaron a contar algunos detalles que ayudaron a direccionar la pesquisa. Según confiaron fuentes judiciales, denunciaron que Gonzalo Brito podría estar involucrado en la venta de drogas en La Cocha, Alberdi y Aguilares, entre otras ciudades del sur de la provincia. Luego, investigadores de fuerzas federales informaron que las víctimas eran investigadas por su posible relación con narcos importantes de Santiago del Estero y de Catamarca.
Según los testimonios recogidos hasta ahora, los Brito utilizaban el dinero obtenido de la venta de la sustancia para prestarlo de manera ilegal. “Esa es una de las viejas recetas que hay para blanquear dinero. Esa también puede haber sido la razón por la que cobraban menos intereses que sus colegas del sur”, explicó un investigador.
El fiscal Varela estuvo toda la jornada detrás de este caso. A primera hora se trasladó al lugar donde se encontró el auto calcinado. Luego regresó a su despacho de Concepción para reunirse con los investigadores, a fin de conocer todos los elementos que habían obtenido hasta el momento y cuáles serían los pasos a seguir. “Estamos investigando todas las líneas posibles.” dijo a LA GACETA.
Los habitantes de la zona quedaron espantados por el crimen de las dos personas que, según explicaron, eran comunes y corrientes y que no tenían problemas con nadie. “Esto no pasó nunca por aquí. Tenemos mucho miedo por lo que puede pasar. Espero que los atrapen pronto a esos hombres, porque lo que pasó es muy grave”, concluyó un parroquiano durante el velorio de Víctor Hugo Brito.